Rajoy pide a las empresas que vuelvan a Catalunya

23/11/17


El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, el presidente de Foment, Joaquim Gay de Montella, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, en el acto (David Airob)

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió ayer a los empresarios congregados por Foment del Treball que no haya más traslado de sedes sociales. “No saquéis mas empresas fuera de Catalunya”, exhortó Mariano Rajoy, que les pidió también su contribución a “restañar las heridas, afianzar la normalidad y promover la confianza”. Fue uno de los mensajes que lanzó el presidente durante su discurso con motivo del acto de entrega de las X medallas de honor de Foment del Treball y de los premios Carles Ferrer Salat celebrado en el transcurso de una cena en Barcelona

Rajoy recordó que esas mismas palabras sobre el fin del cambio de domicilios sociales empresariales las pronunció el día que anunció la puesta en marcha del artículo 155. Hasta el martes han sido casi 2.700 las empresas que han trasladado la sede social fuera de Catalunya.

En su discurso, Rajoy se mostró optimista con que a partir del día 21 de diciembre se pueda normalizar la situación y se mostró abierto a hablar con todos dentro de la legalidad. “Confío en la capacidad de los catalanes para encabezar una profunda rectificación de la deriva que hemos visto para propiciar un retorno a la realidad y a la convivencia, y así reorientar toda la energía estérilmente malgastada y ocuparse de los problemas cotidianos de las personas”, declaró Rajoy. El presidente del Gobierno también elogió la capacidad emprendedora y trabajadora de Catalunya y especialmente el papel de Barcelona como “ecosistema digital”.

Juan Rosell cree que “hay una última oportunidad para tender puentes”

Antes de Rajoy, el presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, pidió al Gobierno central que “incentive” el regreso de sedes empresariales a Catalunya al tiempo que reclamó “un plan de choque económico que frene las consecuencias que en el medio y largo plazo pudiera tener todo lo ocurrido en las últimas semanas”.

Gay de Montellà recordó en su discurso cómo algunas de las empresas que han decidido trasladar su domicilio social (y algunas también la fiscal) son “socios históricos de Foment” y añadió que “estamos convencidos de que lo seguirán siendo por muchos años”. El presidente de la patronal quiso dejar claro que “no podemos negar las preocupantes consecuencias que pudiera tener [esos traslados] en el futuro para Catalunya”. En su intervención, el presidente de la mayor patronal catalana abogó por “el diálogo, la negociación y el pacto” desde la “lealtad mutua”. Añadió también que “hay que recuperar la estabilidad política y la certidumbre económica en un marco de convivencia y respeto a la legalidad”.

Como en otras ocasiones, Gay de Montellà recordó la necesidad de inversiones para materializar el corredor mediterráneo y “una fiscalidad no discriminatoria en toda España, que no penalice la actividad empresarial”.

Tras Joaquim Gay de Montellà intervino el presidente de la CEOE, Juan Rosell, quien realizó una breve intervención para referirse a la situación política. “Tenemos una última oportunidad para tender puentes” declaró. En opinión del que fue presidente de Foment antes que Gay de Montellà “hay que abrir una nueva etapa” que se caracterice “por la unidad y los grandes con­sensos”.

Entre los asistentes destacó la presencia de Santi Vila, exconseller de Empresa

La declaraciones de Gay de Montellà y de Rosell se realizaron en los prolegómenos de la entrega de las medallas de honor y de los premios Carles Ferrer Salat. La presidenta del Santander, Ana Botín, fue galardonada con la medalla de honor como Empresario del Año, si bien no pudo asistir al acto. En la ceremonia se reconoció también la figura de Juan Antonio Samaranch, al que se le concedió a título póstumo la medalla a la Trayectoria Empresarial. Para el abogado Alfredo Molinas, presidente de Foment del Treball entre los años 1978 y 1994, fue la medalla de honor especial.

En cuanto a los premios Carles Ferrer Salat, el de reconocimiento de su compromiso social recayó en la Fundación Repsol. El reconocimiento en la aportación al I+D+i fue para Barcelona Tech City; el de las aportaciones al medio ambiente para Mango, y el de internacionalización para Roca.

Al acto asistieron, entre otros, Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa; Javier Godó, conde de Godó, presidente editor de La Vanguardia; Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank; Joan Gaspart, que dirige la cadena Husa; Miquel Martí, responsable de Barcelona Tech City, y Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

También asistió al acto Santi Vila, exconseller de Empresa de la Generalitat.