Cantabria defiende el mantenimiento de la política de cohesión en Europa para el próximo periodo

22/01/18


La Consejería de Economía, Hacienda y Empleo, a través de la Dirección General de Economía y Asuntos Europeos y en consenso con el Servicio Cántabro de Empleo, ha presentado un documento de apoyo y defensa a la política de cohesión para el próximo periodo.

Esta acción se lleva a cabo dado que en Europa se está ya debatiendo el próximo presupuesto comunitario que comprenderá un periodo plurianual, probablemente de siete años como ocurre en ahora, y comenzará a partir de 2020.

"El debate del futuro del presupuesto de la Unión Europea supone una preocupación para todos los Estados miembros y por supuesto para las regiones, por lo que desde Cantabria estamos haciendo un seguimiento muy importante de esta cuestión y trabajando desde nuestro alcance porque la posición de la Comisión sea mantener la política de cohesión como forma de solidaridad y de cohesión económica, social y territorial entre las regiones", ha dicho el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota.

El documento de apoyo a la política de cohesión ha sido presentado en la Dirección General de Fondos Europeos, perteneciente al Ministerio de Hacienda y Función Pública, en el que Cantabria defiende la política de cohesión como el principal instrumento europeo de inversión de la Unión Europea y, por tanto, entiende que los recursos presupuestarios deben mantenerse en su nivel actual y, si es posible, incrementarse.

Asimismo, se solicita una simplificación de la regulación de los elementos del nuevo Marco Financiero Plurianual y una mayor flexibilidad en la gestión, que proporcione al sistema más seguridad jurídica y unas expectativas razonables.

En cuanto a las variables que deban tenerse en cuenta para el futuro reparto de fondos, Cantabria propone buscar un equilibrio entre regiones y un aumento de la dotación tanto del Fondo Social Europeo (FSE) y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), principales fondos que conforman la Política de Cohesión, para el próximo periodo de programación.

"Criterios como la baja natalidad, el envejecimiento de la población o las tasas de desempleo tienen que ser tenidas en cuenta en el nuevo marco financiero plurianual para garantizar una política de cohesión firme y capaz de disminuir las desigualdades regionales, así como la brecha competitiva entre el norte y el sur", ha resaltado, por su parte, la directora general de Economía y Asuntos Europeos, Montserrat García Ortiz.

Por otra parte, Sota ha remarcado que el documento elaborado apoya el refuerzo de la Cooperación Territorial Europea como expresión de la esencia del proyecto comunitario y, en este periodo, Cantabria se encuentra incluida en tres programas de Cooperación: Interreg SUDOE, Interreg Europe e Interreg Espacio Atlántico. 

"La política de cohesión tiene que estar al servicio de los nuevos retos que afronta la UE y en los que la acción a nivel comunitario tiene un claro valor añadido", ha indicado el consejero.

En este sentido, Cantabria ha manifestado en su documento que la política de cohesión debería recuperar uno de los objetivos que ya tuvo en el pasado y que ayudó a la reconversión de las regiones que se encontraban afectadas por procesos de declive industrial, la política industrial como elemento clave.

Los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos deberían apoyar los procesos de modernización industrial en las regiones de Europa y en la transición hacia una nueva economía europea que genere más empleos y mayor crecimiento económico en todas las regiones europeas.

El cambio climático y los retos demográficos han sido otros de los elementos incluidos en el documento entregado al Ministerio y que Cantabria defiende en Europa ante las negociaciones del nuevo presupuesto comunitario.

El cambio climático tiene repercusiones en toda una serie de cuestiones relacionadas con el desarrollo económico, por lo que debe estar presente en las prioridades de la Política de Cohesión.

Al mismo tiempo, la UE debe hacer frente a retos demográficos derivados tanto del envejecimiento de su población como de la despoblación de algunas zonas esencialmente rurales. Esto tiene como resultado en un incremento de la demanda de servicios sanitarios y sociales de calidad, que pueden constituir elementos clave para el atractivo de una región.

Del mismo modo, existe un problema agudizado de baja natalidad, que es preciso combatir, y la falta de viviendas asequibles o viviendas sociales para los padres jóvenes repercute en las tasas de natalidad, de la misma manera que lo hace el acceso a servicios sanitarios y guarderías infantiles para los progenitores.

La política de cohesión, se señala, tiene que estar al servicio de los nuevos retos que afronta la UE y en los que la acción a nivel comunitario tiene un claro valor añadido: la política industrial, la adaptación a la globalización, la lucha contra el cambio climático, y el reto demográfico son temas que no pueden ser obviados en las políticas de desarrollo regional y de cohesión territorial. En todos ellos la acción común es la que aporta un mayor valor, se concluye.