El proyecto de investigación 'Honest' detecta y trata casi un 4% de casos de hepatitis C entre la población condenada a penas alternativas de prisión

17/10/19


Valdecilla e Instituciones Penitenciarias han evaluado la salud física y mental de 683 penados para descubrir problemas cuyo tratamiento es fundamental para evitar nuevas entradas en la cárcel

El proyecto de investigación 'Honest', impulsado por Instituciones Penitenciarias (IIPP) y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) ha detectado y tratado entre la población condenada en Cantabria a penas alternativas de prisión un 3,64% de casos de hepatitis C, una prevalencia entre 10 y 20 veces superior al que presenta la población general.

Además, la evaluación de la salud física y mental de los 683 penados en este régimen revela que la mitad tienen problemas de salud mental asociados al consumo de sustancias y un 8,9% de ellos trastornos de salud mental graves, si bien la incidencia en la población general no llega al 1%.

Estos son los datos que arroja el primer balance del proyecto de investigación que tiene como fin último la búsqueda activa de problemas de salud mental y física cuyo tratamiento es fundamental para evitar que vuelvan a entrar en prisión. En concreto, 'Honest' es una dimensión más amplia del proyecto, pionero en el mundo, que ha conseguido tratar y curar a todos los enfermos con hepatitis C de 'El Dueso'.

La presentación de los resultados se ha llevado a cabo esta mañana en el Centro de Inserción Social José Hierro en un acto en el que han participado los facultativos coordinadores del proyecto de IIIPP, Miguel Mateo, y del Servicio de Digestivo del Hospital Valdecilla, Javier Crespo. Junto a ellos, el director del Centro Penitenciario de 'El Dueso', Francisco Javier García Bedoya; el delegado del Gobierno en Cantabria Eduardo Echevarría; el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez.

Cribado físico y mental

El proceso, han explicado los facultativos, es sencillo, los penados participan, de forma voluntaria, en una entrevista sanitaria en la que se aplica en primer lugar un cribado de hepatitis C, gracias al cual en poco menos de una hora con un kit de detección rápida y una consulta de telemedicina hospitalaria se diagnostica y prescribe el tratamiento.

Además, se realiza un cribado de salud mental, que sirve para que las personas con este tipo de patología puedan cumplir penas alternativas e insertarse en programas de salud desarrollados en la red sanitaria pública (unidades de salud mental, unidades de conductas adictivas, centros de rehabilitación psicosocial, etc).

"Se trata ¿ha detallado Miguel Mateo- de establecer un puente entre las personas con ese tipo de condenas y el sistema sociosanitario", que permitan una mejora de la salud, pero garantizando "que las penas alternativas se cumplan, que no fallen para evitar que puedan ingresar en prisión, y que consigan recuperar la persona en la comunidad".

En palabras de Javier Crespo, el tratamiento de los pacientes con hepatitis C mejora la afectación neurocognitiva, lo que puede ayudar a que algunos trastornos mentales multifactoriales mejoren.

Desde el punto de vista epidemiológico este proyecto es muy importante porque se trata de personas que es más fácil que difundan la enfermedad porque cumplen penas en régimen abierto y no privativas de libertad. Crespo lo ha calificado como "proyecto social" con especial incidencia en el colectivo de penados, porque contribuye a la curación del paciente, pero también en la población general.