Revilla apuesta por conservar las tradiciones populares en la celebración del 'Día de San Sebastián' en Reinosa

20/01/20


De izquierda a derecha, José Miguel Barrio, Paula Fernández, Guillermo Blanco, Miguel Ángel Revilla, Miguel Rodríguez y Ana Belén Álvarez (Foto: Nacho Romero)

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha participado hoy en los actos conmemorativos de la celebración del 'Día de San Sebastián' en Reinosa, donde se ha mostrado partidario de conservar las tradiciones populares que se celebran en la Comunidad Autónoma.

Tras comprobar el buen nivel gastronómico del concurso de ollas ferroviarias y el éxito de participación y éxito de la festividad, Revilla ha celebrado que el municipio viva una jornada de alegría como es la festividad de San Sebastián, para recuperar las tradiciones.

Una jornada de celebración que, en su opinión, merece disfrutar Reinosa y sus vecinos después de los recientes acontecimientos de inundaciones que ha sufrido el municipio y ha confiado en que se pongan en marcha los mecanismos necesarios para paliar lo que ha ocurrido.

Durante su estancia en la capital campurriana, Revilla ha felicitado a las diferentes cuadrillas, tanto locales como de otros municipios cántabros y de fuera de la región, que han participado en el vigésimo octavo concurso de ollas ferroviarias que el Ayuntamiento de Reinosa ha organizado en la Plaza de España, a base de patatas con carne de vacuno. Se han presentado cerca de 160 ollas ferroviarias al concurso.

Junto al presidente, han asistido a la festividad el presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez, y los consejeros de Presidencia, Paula Fernández, de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, de Sanidad, Miguel Rodríguez, de Economía, María Sánchez, y de Empleo, Ana Belén Álvarez. También han estado presentes el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio, y otros representantes de la Corporación municipal, así como de otros municipios limítrofes.

Además del concurso de ollas ferroviarias, la festividad ha incluido una misa en honor a San Sebastián en la parroquia que lleva su nombre y el tradicional 'milagro' de la conversión del agua de la fuente de la Plaza de España en vino, por un caño blanco y por el otro tinto.