Santander conmemora el centenario de la muerte de José de Ciria y Escalante

La Fundación Gerardo Diego, con el patrocinio del Ayuntamiento de Santander y el Gobierno de Cantabria, celebra una velada literaria el jueves 21 de noviembre, en Casyc.

La Fundación Gerardo Diego, con el patrocinio del Ayuntamiento de Santander y el Gobierno de Cantabria, celebra el próximo jueves, 21 de noviembre, una velada literaria inspirada en la vida y obra del poeta santanderino José de Ciria y Escalante (Santander, 1903 – Madrid, 1924), a los cien años de su muerte.

Así lo ha anunciado la concejala de Cultura, Noemí Méndez, quien ha avanzado que consistirá en un monólogo póstumo de José de Ciria y Escalante, imaginado y escrito por Santiago Mazarrasa, que será interpretado por el actor Jorge Prieto bajo la dirección de Lucía Alvear, con la colaboración visual de la artista Mina K.

La representación tendrá lugar en la sala Casyc Up de la Fundación Caja Cantabria, a las 19.30 horas, con entrada es libre hasta completar el aforo.

Durante el proceso de creación de esta obra, Mazarrasa ha recurrido a abundante bibliografía especializada sobre el ultraísmo y las vanguardias, como ficciones (El movimiento V. P. de Rafael Cansinos Assens), antologías poéticas (Las cosas se han roto de Juan Manuel Bonet) o ediciones facsimilares de las revistas Ultra, Grecia y Reflector, con el objetivo de ser fiel al espíritu que animó aquellas décadas de renovación estética.

En el centenario de su muerte, el poeta José de Ciria y Escalante recibe en su habitación del Palace la ansiada visita del público. Si vienen a celebrarlo, no lo sabe, porque él, cien años después de muerto, aún espera el reconocimiento que cree merecer.

Ante esta última oportunidad, Ciria se arma de memoria y de poemas para convencer al público, quizás para convencerse a sí mismo, de que existe un sitio para él en la historia de la poesía española. Sin embargo, se encuentra con dos obstáculos infranqueables, su escasa obra y su muerte temprana, que lo enfrentan sin remedio con la maldición de una fama perdida y una inmortalidad anónima.

José de Ciria y Escalante (Santander, 1903 – Madrid, 1924)

Amigo de Gerardo Diego, los dos poetas se conocieron en su primera juventud en su Santander natal y ambos fueron los responsables de traer a la ciudad las fórmulas literarias más avanzadas del momento.

En 1919 Ciria se había trasladado a Madrid donde estudió Derecho y Filosofía y Letras, y residía con sus padres en el hotel Palace. En 1920 fue director del primer y único número de la revista internacional de literatura, arte y crítica, Reflector. En 1921 participó en las dos veladas ultraístas celebradas en Madrid, la de la Parisiana y la del Ateneo.

En diciembre de ese mismo año pronunció en el Ateneo de Santander la conferencia “Nuevas orientaciones del teatro actual”. Publicó sus poemas en las revistas de vanguardia Grecia y Ultra. Gerardo Diego le dedicó la sección “Epigramas” de su libro Imagen (1922).

Falleció en junio de 1924 a causa de un ataque de tifus. Su inesperada muerte emocionó al mundo literario y artístico, le dedicaron numerosas necrológicas (Gerardo Diego, Pick, o Melchor Fernández Almagro) y varias elegías (Gerardo Diego o Francisco Vighi), siendo la más hermosa la de Federico García Lorca. Gerardo Diego, además, le dedicó el libro Manual de espumas: “Sobre la tumba inesperada de José de Ciria y Escalante, amigo indeleble, estos versos que él amaba, hoy con voluntad de flores”.

Su breve obra poética fue recogida y publicada por un grupo de amigos en una plaquette a modo de homenaje. En la lista de suscriptores de la publicación leemos los nombres de Max Aub, Luis Buñuel, Pancho Cossío, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Ramón Gómez de la Serna, Jorge Guillén, Gutiérrez Solana, Juan Ramón Jiménez, Ernesto Halffter, Pedro Salinas o Guillermo de Torre, entre otros. De esta plaquette existe una edición facsimilar publicada por Ediciones Norba 10004 en 1991.

La revista Peña Labra en su número 18 (invierno 1975/1976), dedicado al Ultraísmo, publicó en facsímil la revista Reflector y las cartas de Ciria conservadas en el archivo personal de Gerardo Diego.