En nuestro día a día solemos decir medias verdades en muchas de nuestras conversaciones. ¿Por qué lo hacemos? Posiblemente porque se quiere justificar un mal momento sin tener argumento alguno. ¿Cuáles son sus consecuencias? La perdida de credibilidad que es lo más importante para cualquier persona. ¿Que debemos esperar? Pues tristemente de la persona que lo hace absolutamente nada. Todo esto viene a colación, que en la vida sacar pecho como lo hizo ayer Solabarrieta diciendo una media verdad pero omitiendo el resto de la realidad, habla mal de este entrenador.

Tras partido de ayer, en la comparecencia el míster verdiblanco, dejó a todo el mundo de nuevo con la boca abierta, y no por sus conocimientos futbolísticos. Volvió a salir el Solabarrieta sobrado y que tanto hemos criticado. Salió a relucir el Aritz más egoísta. Primero dejó un palito al anterior inquilino cuando dijo que con él Cedric comenzó a meter goles, es cierto, pero queda muy feo que uno mismo se tire flores de esa manera. Por otro lado, sacó pecho diciendo que de momento lo que puede valorar de esta temporada es que son el equipo que mejor segunda vuelta ha realizado en España. Es cierto ese dato, pero omite claramente y deliberadamente que con todo ello, ha sido la peor temporada de la historia del Racing.

Es como si un hijo ha realizado un examen y cuando va dar las rendidas cuentas a sus padres les dice: “ papá, mamá, he suspendido con un 1 sobre 10, pero la que he acertado ha sido la mejor respuesta de toda la clase”. ¿Qué diríamos a nuestro hijo?. Pues esto es lo mismo, por respeto, por credibilidad, no se puede sacar pecho en una situación como la que estamos viviendo todos los racinguistas este año. Yo suponía que nos iban a vender como menos mala esta temporada consiguiendo el derecho a estar en la 1RFEF, pero esperaba más nivel en cuanto a los argumentos.

Solabarrieta es pasado, porque no va a seguir el año que viene en este club, pero habría que decirle que gracias al Racing, él va tener un curriculum que nunca hubiera imaginado tener en esta etapa de su vida como entrenador. No ha entrenado a nadie importante hasta que llegó a Santander, por ello, le pediría encarecidamente que no nos tome como tontos, por suerte la historia de este club nos ha hecho ver mucho fútbol.

Se le ha llamado la atención desde altas instancias del club muchas veces, porque su educación no ha sido la ideal. Esta entidad lo forman trabajadores señoriales, y lo han demostrado durante muchos años, como para que venga un entrenador como Solabarrieta, y tire por la borda un trabajo que día a día muchos profesionales han realizado durante muchos años. Ante todo elegancia, y mucha humildad, esto último en varias ocasiones el técnico de Ondarrua no ha tenido bajo ningún punto de vista.

Por último, siempre el capitán o el comandante del barco es el último en abandonar, e incluso si no les da tiempo se ahogan, como por ejemplo le pasó a Carlos Pouso. Estas últimas declaraciones han sido como que él se pone por delante con sus datos y medias verdades, y omite la realidad para poder abandonar el primero la embarcación que él no supo mantener a flote. Dicho todo esto, también hay que decir y reconocer que no es el único culpable de esta situación, pero eso ya es otra historia.