Opinión


24/03/21

David Bossu

  1. Los planes cambian

    Había una serie en los años 80 en la televisión que se titulaba el EQUIPO A, y en el cual uno de los protagonistas de la misma, el Coronel Jonh “Hannibal Smith interpretado por el actor George Peppard, decía lo siguiente: “me encanta que los planes salga bien”. Pues bien, esa frase el máximo responsable del área deportiva del Racing José María Amorrortu no puede decirla. Y es que el mandatario vasco, ha visto de un plumazo caérse su proyecto de la primera plantilla, una temporada que posiblemente sea la peor de la historia del club, en el cual en el mes de marzo no podrá optar ni tan siquiera a poder luchar por el ascenso.

    No seré yo quien dude de los conocimientos futbolísticos del técnico vasco, su trayectoria de muchos años le avalan. Sin embargo, la vida es una continua evolución, y hay momentos para todo con etapas diferentes. Un equipo como el Racing, no puede tener tiempo, no es un club filial. En esta plaza que años pasados era de primera, y que por una mala gestión se ha convertido en una de segunda B, el tiempo es oro. Se necesitan resultados y si no los consigues hay consecuencias, esta entidad no es una ONG.

    No vale vender que si este año como se ha apostado por la cantera no se va conseguir los objetivos marcados desde principio de la pretemporada. No señores, no es valido ese argumento. La cantera en todo momento ha sido lo único positivo de toda esta campaña, es más me atrevo a decir que por ejemplo, las canteras de equipos como: la Real Sociedad ya clasificado, el Athletic Club con su Bilbao Ath que ha realizado una primera fase superior a los racinguistas, apuestan por ello también y sus resultados son óptimos.

    Las decisiones de la Comisión Deportiva con el aval en todo momento de José María Amorrortu, no han sabido ver lo que realmente necesitaba este club para poder tener éxito en la primera plantilla. Posiblemente la decisión que cambió tod para mal fue la precipitada destitución de Javi Rozada tras una contracción del asturiano que pudo ser evitable, pero que al final no lo fue. No obstante, se prescindió de sus servicios por un auténtico capricho cuando los números no indicaban tal acción.

    Bien es cierto que ahora no son momentos de lamentaciones, ya que aún no ha acabado la temporada y la situación se puede complicar aún más de no ganar y de no hacer los deberes que quedan. Ahora mismo, tomar decisiones tajantes pudieran traer las mismas consecuencias que hace un par de meses, cuando se  prescindió de Rozada. Es posible que la autogestión de la plantilla pueda llegar se clave, pero siempre se necesita un patrón que al menos decore la situación y Solabarrieta es un ejemplo de ello.

    En definitiva, en el mundo del fútbol los planes cambian de un día para otro, un día eres “el gran César de la Roma imperial” y otro, eres un equipo sin un argumento ni plan trazado. En el fútbol haciendo las cosas bien no siempre salen de esa manera, pero lo que es seguro es que si en un principio las ideas no son buenas, el final siempre es peor. Esperemos que  la Dirección Deportiva de la entidad racinguista no se equivoque más y no les pase lo que les pasó a los soldados británicos en la Primera Guerra Mundial en la Batalla del Somme, cuando por culpa de sus generales y sus malas decisiones fueron aniquilados por las ametralladoras alemanas.