El IDIVAL revalida su acreditación como instituto de investigación sanitaria para seguir estando en la "primera división" de la investigación biomédica

De hecho, el ISCIII, competente para la certificación nacional y que "establece unas condiciones de acreditación muy exigentes", considera que tanto la trayectoria del IDIVAL como el fortalecimiento de sus capacidades de atracción y retención del talento y su rendimiento científico avalan revalidar su autorización.

El consejero de Salud, César Pascual, y el director científico del IDIVAL, Marcos López Hoyos, han mostrado hoy su satisfacción por "este nuevo logro", que entró en vigor el pasado 10 de marzo, y que sitúa a IDIVAL en la élite de la investigación, junto a otros 35 institutos más de toda España, que aglutinan a 380 centros y más de 31.000 investigadores.

Para Pascual, que ha puesto en valor esta renovación de la certificación oficial como instituto de investigación, mucho más importante si cabe por el tamaño de Cantabria, representa el "compromiso por la apuesta estratégica de máxima relevancia para asegurar la calidad en la investigación biomédica que hay en Cantabria".

Además, el proceso no está exento de dificultades y Cantabria tiene el "listón más alto" que otras comunidades, por lo que hay que felicitar a todo el personal que trabaja en el IDIVAL directamente, que forma parte de su plantilla, y a aquellos investigadores que realizan programas de investigación de forma complementaria a su trabajo habitual, en centros sanitarios o en la universidad, "porque el mérito es absolutamente suyo". 

"Este es un momento muy importante para Cantabria", ha añadido el consejero, porque IDIVAL fue acreditado por primera vez en 2015, tras un intento frustrado que supuso un duro golpe para los investigadores en aquel momento, "que era necesario superar". Para ello, ha recordado el consejero, se invirtió mucho tiempo en el diseño de una estrategia global necesaria para el instituto y para la acreditación. 

Los "exigentes" requisitos

Por su parte, López Hoyos ha explicado que las "exigentes" condiciones de acreditación se basan en cuatro ejes de evaluación, que se miden cada cinco años, aunque anualmente se revisan una serie de indicadores, que se comparan en los 35 institutos acreditados en España. 

En concreto, se audita el plan de gobernanza del IDIVAL, en el que participa la Consejería de Salud con todos sus organismos y la Universidad de Cantabria, así como la fortaleza en la gestión, puesto que es necesario un aparato fuerte que gestione el presupuesto que maneja el instituto y las solicitudes de proyectos "tan exigentes".

Además, se evalúa la producción científica en torno al sistema de salud y, sobre todo, a Valdecilla, que "es potente", ha subrayado, porque "va en el ADN del Hospital". Un ámbito que, en palabras de López Hoyos, "cada día es más difícil", aunque se sigue consiguiendo.  

Por último, el cuarto pilar que analiza el ISCIII para revalidar el título es la transmisión de conocimiento a la sociedad, que IDIVAL pasa con nota porque "somos un instituto que mira mucho a la sociedad, que transmite mucho a la sociedad, que se reúne con asociaciones de pacientes, que trabaja para la sociedad, trabaja para los pacientes en guías de práctica clínica y, además, como plus, cuenta con el proyecto Cohorte Cantabria".

En total, ha añadido más de 180 indicadores que se miden con evaluaciones objetivas, en los que hay que dar cumplimiento a rigurosos estándares de calidad y requisitos muy estrictos, que habrá que volver a superar el 10 de marzo de 2030 para seguir estando en la primera línea investigadora.

Además, para Cantabria es esencial adaptarse a las exigencias del organismo de certificación porque de la acreditación depende, entre otros, el acceso a fondos que de otra forma serían inalcanzables.

El IDIVAL recibió su primera acreditación en 2015 y esta nueva renovación supone el impulso definitivo para afrontar un momento de creciente actividad. Además, servirá de acicate para afrontar retos de futuro tan importantes como la internacionalización, el refuerzo de la actividad investigadora clínica en ensayos de alta complejidad, el fomento y atracción de talento investigador clínico y la potenciación de la innovación, todo ello alineado con los programas europeos en los que se prevé un importante refuerzo de actuaciones dirigidas a la innovación e investigación en salud.