Opinión


15/10/18

Tomás Amparán

  1. Una droga 'inocua'

    A veces nos centramos mucho en ciertos problemas que, efectivamente, son muy importantes, pero perdemos la perspectiva de otros que subyacen en la sociedad y que obviamos, quizás por desconocimiento, quizás porque nos interesa. Me dirán y con razón, cuando lean el título de este artículo, que no hay ninguna droga que sea inocua, todas son un problema, y de la que voy a hablar ahora lo es, y muy grande, y lo es porque esta sociedad ha decidido que parezca que no tiene importancia. Le reto a poner la televisión, elijan ustedes el canal, porque en este caso es lo de menos, quédense delante del aparato mientras dura la publicidad, y díganme si han visto alguna cosa que les haya llamado la atención. Muchos me dirán que no habido nada llamativo, que todo es lo de siempre. Pero hay algo que se repite con asiduidad y que pasamos por encima dándole toda la normalidad, y se trata de las casa de apuestas deportivas. Y voy a centrarlo en el deporte, porque es algo que me gusta y como lo conozco puedo hablar mejor de ello. Después de haber hecho este ejercicio de observación y haberse quedado con la copla, sintonicen su emisora de radio favorita y escuchen cualquier programa deportivo, ya sea local, regional o nacional y fíjense cuantas veces, y no son pocas, se publicita esta o aquella casa de apuestas. Ahora que ya están sensibilizados, hagan un repaso de sus equipos favoritos, de cualquier deporte, hasta pelota vasca si les gusta, y analicen cuantas casas de apuestas patrocinan, directa o indirectamente, a los equipos en todas las especialidades.

    Una vez realizada esta introducción vamos con algunos números para que mi argumento tenga un poco más de peso. Según la información de la Dirección General de Ordenación del Juego, dependiente del Ministerio de Hacienda, en el segundo trimestre de este año 2018 de los más de 167 millones de euros del importe total de las cantidades dedicas a la participación en el juego, el 52% corresponden a las apuestas con una tasa de crecimiento respecto al mismo trimestre del año pasado de más de un 46%. El gasto de marketing en este trimestre del que estamos hablando ha sido de más de 81 millones de euros (en un solo trimestre), y el crecimiento anual ha sido de más del 55%. Y ahora vamos con otro número significativo, ¿saben cuál es la media de usuarios activos en apuestas todos los meses? Se lo voy a decir yo, son 859.695 personas, con  nombre y apellido, todos los meses apostando y realizando las más de 10 millones de apuestas que se cruzan mensualmente en las casas de apuestas, con un aumento respecto al mismo trimestre del año pasado que supone casi el 32%.

    En un negocio on line que mueve más de 30.000 millones de euros es difícil intentar solucionar nada. Demasiado dinero como para dejar escapar la gallina de los huevos de oro. En España hay más de medio centenar de empresas con licencia en el negocio online y presencial, y la mayoría no tributan en España, sino en territorios de fiscalidad,  digamos “amigable”, como Malta o Gibraltar. Pero detrás de todo esto se encuentra el drama humano, y eso es lo que el Estado tiene que cuidar, no de las empresas que tanto dinero ganan, sino de las personas. Es una dualidad difícil, todo es difícil para el gobernante, pero para eso están. No son conscientes de la cantidad de jóvenes que apuestan on line, y lo hacen como si de un juego se tratara, como si fuera lo más normal del mundo. Y muchos lo hacen bajo la sombra siempre ganadora de todos esos famosos que, como si no fuera con ellos la historia, prestan su voz y su cara, a todas estas casas de apuestas para enganchar cada vez a más y más gente. Les voy a decir una cosa, nadie nace ludópata, y puede ser que apostando 5 euros a tu partido favorito un día, no te haga adicto al juego, exactamente igual que alguien que bebe una copa de vez en cuando no le hace alcohólico. Pero si lo tomamos como norma, y en vez de hacerlo un día para probar lo haces de forma habitual, puede ser que empieces a tener un problema y no seas consciente de ello, igual que tampoco es consciente aquel que pasa de una copa en una celebración, a beberse una todos los días y no poder pasar sin ella.

    Esto es un toque de atención para que muchos que no han caído en este tema empiecen a pensar en ello, no intento ser alarmista, ni quiero decir que todo el que apuesta sea adicto al juego, porque sería injusto y no estaría siendo sincero. Pero cuando ves todo el dinero que a muchos jóvenes se les va por este tema, las alarmas empiezan a saltar y antes de que sea tarde, quizás alguien que lea ésto, pueda empezar a tomar cartas en el asunto. Vamos a intentar dejar de lado esa coletilla final que dicen en todos los anuncios, muchas veces sin creérsela, de “jueguen responsablemente” por una política responsable frente a este tipo de juego.