Opinión


04/04/21

David Bossu

  1. No Solabarrieta, ¡No!

    Para ganarse el respeto de la gente hace falta tener claras cuatro premisas elementales: sinceridad, educación, aprendizaje y trabajo. Eso tendría que saber cualquier buen entrenador que se precie. Tengo dudas que el actual míster del Racing tenga dichas características. Lo vivido el Viernes Santo en Uritxe, fue una auténtica penitencia para todos los presentes. El técnico de Ondarrua, tiene que saber que esta entidad se merece un respeto, y que su conducta ha sido impropia de un entrenador que tiene que representar los colores verdiblancos.

    Alguien del club tendría que coger el toro por los cuernos y dejar de dar capotazos y tomar decisiones urgentemente. La imagen ofrecida de histerismo y de faltas de respeto hacia sus propios jugadores y al partido, no se merecen ni un instante más que tenga el privilegio de seguir entrenando a un club que aunque no esté pasando la mejor época siempre ha sido y es un ejemplo de conducta deportiva y señorial.

    A este señor, habría que decirle que por el mismo banquillo en el que está ahora él, han estado grandes entrenadores, y lo que hace con su actitud es avergonzar el buen nombre de esta entidad. Lo vivido este último partido ha sido impropio de un profesional que quiere vivir y trabajar en este mundo del fútbol. Tal ha sido la situación, que incluso en la retransmisión por Footter se oía a un técnico fuera de si y sin control ninguno e incluso algún jugador del Racing, tuvo que llamarle la atención por su comportamiento. Lamentable situación sin duda alguna.

    El vestuario con estas acciones lo único que puede pensar es que su patrón tiene una inseguridad bastante elocuente. Los jugadores comienzan a no entender en muchas situaciones a su entrenador, y lo que más le debiera preocupar al técnico es que los directivos viendo el espectáculo que ofreció en el último partido comienzan a tener claro que no es una imagen que deba representar un club que quiere ser respetado. Sin embargo, el único aval que dispone es José María Amorrortu, que sigue creyendo que es el hombre adecuado para estar en el banquillo racinguista.

    Después del empate ante el Arenas de Getxo, fui de los que pensaba que destituir a Solabarrieta pudiera ser un error, porque podría crear una desestabilización en la plantilla. No obstante, ahora me gustaría estar en la cabeza de los que toman decisiones y saber lo que piensan, a lo mejor teníamos una sorpresa. Es una opinión subjetiva, pero la aportación que pueda hacer el de Ondarrua es más que discutible.

    Ante la SD Amorebieta se ganó no por sus decisiones, todo lo contrario. Se consiguió la victoria con mucha suerte, pero a veces en el fútbol lo importante no son los tres puntos y lo dice un firme creyente del fútbol práctico, pero no todo vale porque la imagen en un club como el Racing es esencial y no se puede negociar.