Cultura adjudica la obra de rehabilitación de la cubierta y consolidación de muros de la Capilla de Riva en Ruesga

22/07/25


Imagen de archivo de la iglesia parroquial de Riva en Ruesga

La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, ha adjudicado la obra de rehabilitación de la cubierta y consolidación de muros de la Capilla de Riva en Ruesga. El contrato asciende a cerca de 50.000 euros y el plazo de ejecución es de tres meses.

El consejero Luis Martínez Abad, ha mostrado su satisfacción por el inicio de estas obras “muy necesarias y fundamentales para la conservación de esta ermita que se encontraba en un avanzado estado de deterioro”. En este sentido, el titular de Cultura ha avanzado que, una vez concluida dicha obra, se acometerá la rehabilitación de las pinturas murales góticas del interior, una actuación que ayudará a la “puesta en valor” de esta singular muestra de patrimonio religioso.

La ermita se encuentra situada en el lugar de los pueblos de Ogarrio y Riva, incluida en el cementerio de esta última localidad.

Se trata de una construcción de la segunda mitad del siglo XV, de la que únicamente queda la capilla mayor, antecedida por arco toral apuntado y cubierta por bóveda de crucería de cinco claves – dos con estrellas, una con cruz, otra con escudo y la central con una flor de lis – nervios cruceros, terceletes y ligaduras, apoyando sobre ménsulas. En el siglo XIX se pintó en azul añil. Una ventana ajimezada en arco apuntado de tracería lobulada permitía la entrada de luz natural para la celebración eucarística en el presbiterio.

A mediados del siglo XVIII se hizo un retablo de madera, de estilo barroco y policromado, procediéndose al encalado de los muros. Con el paso de los siglos, el retablo se fue deteriorando hasta desaparecer y unido a la falta de mantenimiento del edificio, dio lugar a la caída de los encalados y repintes, reapareciendo las imágenes originales góticas.

Las pinturas decoran dos de los muros principales de lo único que queda de la antigua iglesia parroquial de la localidad, la capilla, construida a principios del siglo XVI y, actualmente, pieza ornamental del pequeño camposanto del pueblo.

En la pared frontal se observa a San Jorge alanceando a un dragón sobre el que aparece, de pie, una figura femenina que, según el historiador y director del Museo Diocesano, Enrique Campuzano, se trata de una doncella a la que el santo salva de ser devorada por el animal en su asedio a Silca (Libia). Igualmente, se ve a un hombre con atuendo medieval tensando una ballesta cuyas flechas se dirigen a una segunda figura masculina que difícilmente se distingue pero que el director del Museo Diocesano identifica sin duda como San Sebastián durante el martirio al que fue sometido antes de su muerte.

Y en una de las paredes laterales se aprecia, en forma de friso, la representación de la Sagrada Cena, en la que se distinguen con claridad las figuras de Cristo y cinco apóstoles.