Fernández de Isla estrena un mural fotográfico que homenajea el juego infantil en los barrios

25/03/25


Nuevo mural de fotografía artística en Fernández de Isla

Gema Igual destaca que la imagen simboliza la importancia del apego de la infancia a los lugares donde viven y es una manera nostálgica de recordar a esos niños jugando en las calles.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha visitado este martes la nueva intervención artística que decora la calle Fernández de Isla, a la altura del número 17, una acción que se enmarca en el proyecto de reforma integral que el Ayuntamiento impulsa en esta zona de la ciudad.

“Los niños forman parte de los barrios y desgraciadamente la práctica de jugar en ellos está desapareciendo. Por eso, esta imagen es un símbolo de la importancia del apego de la infancia a los lugares donde viven y es una manera nostálgica de recordar a esos niños jugando en las calles. Al menos aquí, van a seguir jugando en su barrio”, ha subrayado Igual.

Acompañada por los vecinos, ha comprobado los detalles del mural que el Consistorio planteó para la zona con el objetivo de crear un espacio único del que los residentes se sientan orgullosos, que aporte identidad y salvaguarde la historia barrio.

Como ha detallado la alcaldesa, los propios vecinos fueron los encargados de seleccionar esta fotografía, entre los fondos del Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS).

Como ha explicado, se trata de la imagen de unos niños jugando en la calle, tomada en París en 1956 por Ángel de la Hoz durante un viaje al que fue becado con varios pintores.

Lo curioso de ella es que debió de comprar el carrete allí, en color, pero aquí lo positivó en blanco y negro. La foto se ha conocido siempre así, hasta que el CDIS ha digitalizado el negativo y se ha visto que era en color, concretamente en esa tonalidad característica de los años cincuenta que nos recuerda a Hollywood.

Igual ha destacado el trabajo del Ayuntamiento para mejorar los barrios en constante comunicación con los vecinos y ha asegurado que Fernández de Isla es ahora un lugar más amable, más especial y con rincones que invitan a preservar el entorno.