Cantabria participa en el coloquio internacional de la UNESCO para la conservación de la cueva francesa de Lascaux

Cantabria participa en el coloquio internacional que expone los trabajos realizados por el Consejo Científico de Lascaux en sus siete años de funcionamiento, que se celebrará mañana, martes 17, y el miércoles, 18 de octubre, en la sede de la UNESCO en París. Desde la creación de este Consejo, el director del MUPAC y de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Roberto Ontañón Peredo, ha sido miembro activo del Consejo, nombrado por el Ministerio de Cultura francés.

En cumplimiento del compromiso de Francia y de la comunidad científica internacional ante la UNESCO, tras la celebración de un gran Simposio internacional en 2009 se puso en marcha en 2011 el Consejo Científico de la cueva de Lascaux bajo la presidencia de Yves Coppens.

Tiene por finalidad aportar experiencia y conocimiento para la definición de los programas de investigación necesarios para la conservación de la Cueva y la evaluación de sus resultados. Ha tenido también el encargo de dar su consejo sobre las medidas a adoptar para prevenir los riesgos de degradación, apoyándose en especialistas de diferentes disciplinas científicas como la arqueología, la geología, la climatología, la microbiología y el estudio de materiales.

Balance de siete años de investigaciones

Este coloquio internacional tiene como objetivo principal dar cuenta de siete años de investigaciones y vigilancia. En él se tratará acerca de la cueva de Lascaux en función de su valor patrimonial y de los retos de conservación que presenta. En un sentido más amplio, se compartirán los avances científicos relativos a la conservación de las cuevas decoradas a partir de la experiencia adquirida en Lascaux.

El coloquio permitirá el intercambio de buenas prácticas, así como el refuerzo de las competencias y conocimientos para la salvaguarda de los sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial que se enfrentan a problemas de conservación. En este aspecto cobra pleno sentido la participación de investigadores de otros países como España donde, por ejemplo, la cueva de Altamira ofrece numerosos paralelismos con la cueva de Dordoña