Todo se decidirá en Anduva

«La eliminatoria no va a quedar resuelta para ninguno de los dos en la ida, se va a resolver en Anduva.» Eso dijo José Alberto en la rueda de prensa previa al partido ante el Mirandés. Su predicción, para bien o para mal, se ha cumplido, y el empate a tres deja a ambos equipos con opciones de avanzar a la final del playoff. El Mirandés jugará la vuelta con ventaja –disputa el partido en casa y le vale el empate– pero el Racing ha demostrado que, aun siendo inferior, es capaz de seguir vivo cuando todo parece perdido. 

Para el encuentro José Alberto apostó por los once que salieron ante el Granada. Había que aprovechar la inercia del último encuentro de liga regular, y la mejor fórmula para ello era apostar por lo que había funcionado la semana anterior. Alessio Lisci, por su parte, no sorprendió y alineó a su once de gala.

El partido comenzó con un ambiente de final. Los dos equipos salieron a comerse el prao y los casi 23.000 de la grada comenzaron a cantar como si no hubiera un mañana. Había que empujar a los jugadores, aunque estos ya salían mentalizados de que el partido que estaban disputando era, probablemente, el más importante de la temporada. En los primeros diez minutos el Racing fue ligeramente superior, y en un saque de esquina estuvo a punto de abrir el marcador. Mantilla cabeceó el balón en el corazón del área, y su testarazo hizo temblar el larguero.

El Mirandés replicó rápidamente con una buena ocasión de Reina que despejó con una gran parada Ezkieta, y poco después fue Vicente quien, tras un buen pase de Andrés, hizo intervenir al guardameta rojillo. El partido rebosaba de intensidad y ambos equipos parecían bien plantados, hasta que la defensa del Racing se vio en apuros. En el 31 Panichelli echó a correr por la banda derecha y dejó atrás a toda la zaga verdiblanca. El argentino se plantó ante Ezkieta, y lejos de ser egoísta regaló un pase de la muerte a Urko Izeta, que marcó a placer. 

El gol dejó noqueados a los racinguistas durante los siguientes minutos, y los jabatos no desaprovecharon la ocasión. Si el rival da muestras de debilidad hay que golpear de nuevo, y los de Lisci lo entendieron a la perfección. En el 34 Hugo Rincón arrancó desde la banda derecha y, al igual que Panichelli, dejó atrás a los defensas verdiblancos para posteriormente fusilar a Ezkieta. Su disparo se coló por la escuadra del palo corto, y los jabatos lo celebraron con rabia. Era el 0-2, y con ese resultado la balanza parecía claramente inclinada hacia el Mirandés.

Aun así, no es oro todo lo que reluce, y los de Miranda también cometían errores. En uno de ellos, en el minuto 41, Andrés le robó la cartera a Lachuer y conectó rápidamente con Arana. El canario llegó hasta la línea de fondo, y con Raúl Fernández ya vencido le cedió el balón a Vicente para que éste marcase a placer. Con el gol el Racing se creció, aunque no lo suficiente, y la primera parte terminó con el 1-2 en el marcador.

En la segunda parte el Mirandés salió con más intensidad y continuó dominando al Racing. Los jabatos seguían haciendo sangre de una defensa verdiblanca que se encontraba muy superada, y a punto estuvieron de aumentar distancias nada más reanudarse el encuentro. Rincón dispuso de un mano a mano que falló tras un error grosero en defensa, y poco después Izeta estrelló un potente disparo en los pies de Jokin Ezkieta. Las ocasiones del Mirandés se sucedían una tras otra, hasta que, finalmente, llegó el 1-3. Iker Benito apareció por un costado, metió el balón al área y Reina lo embocó a gol. Mientras tanto, Meseguer se dolía en el suelo de un manotazo de Izeta, pero el colegiado no tuvo en cuenta la acción.

El tanto fue un mazazo tremendo para los racinguistas, y José Alberto se vio obligado a hacer cambios para tratar de mejorar la situación. Entraron Maguette y Karrikaburu por Aldasoro y Arana (antes había entrado Sangalli por Rober), y los cambios mejoraron al equipo. Los tres aumentaron la intensidad y la presencia racinguista, y poco a poco el equipo verdiblanco comenzó a ganar terreno. Hasta que llegó el gol. Un disparo de Maguette desde fuera del área se lo encontró en el segundo palo Andrés Martín, que empujó a placer el balón al fondo de las mallas.

Con el 2-3 los cántabros comenzaron a apretar en busca del tercero. Ir a Anduva con un resultado adverso complicaba mucho la eliminatoria, pero el empate por lo menos les permitía mantener las opciones. Mario García probó suerte con un disparo lejano que salió desviado, y poco después Jeremy –que había entrado junto con Saúl al terreno de juego– recibió un pase filtrado de Vicente y a punto estuvo de rematar el balón a gol. Andrés Martín empató momentáneamente el encuentro, pero el colegiado anuló finalmente el tanto por fuera de juego. Al Mirandés se le estaba haciendo bola el partido, y Lisci comenzó a apurar los cambios para agotar cuanto antes el tiempo de descuento. Todo apuntaba a que el resultado iba a ser favorable a los jabatos, pero todavía quedaba un último giro de guion en el partido. 

Decían Virgilio, poeta romano, que la diosa fortuna sonríe a los audaces. «Audentis Fortuna iuvat». Y los racinguistas, otra cosa no, pero audaces estaban siendo. En la última jugada Andrés y Vicente combinaron con mucha calidad hasta plantarse con el balón en el área. Karrikaburu recibió el esférico, y la pegó como pudo en dirección a la portería. El balón pegó en el larguero, se le escurrió de las manos al guardameta y rebotó en la cara de Julio Alonso. Los Campos de Sport contuvieron la respiración, y finalmente el cuero, como empujado por la diosa fortuna, se coló despacio en la portería del Mirandés. El tanto del empate provocó el éxtasis en El Sardinero, y dio por finalizado un partido de locura que, como ya dijo José Alberto, no da por vencedor a ningún equipo. 

La eliminatoria se decidirá en Anduva el jueves a las 21:00, y de ahí sí saldrá un ganador que disputará la final de la promoción. Por cierto, la frase completa del míster racinguista es la siguiente: «La eliminatoria no va a quedar resuelta para ninguno de los dos en la ida, se va a resolver en Anduva, y en Anduva nosotros estamos preparados para competir y ganar.» La primera parte de la profecía se ha cumplido, queda la segunda. Que el Racing compita, y sobre todo, que gane.

FICHA TÉCNICA

Racing: Ezkieta; Michelin (Saúl, min. 82), Mantilla, Javi Castro, Mario (Jeremy, min. 82); Andrés Martín, Aldasoro (Maguette, min. 65), Meseguer, Rober (Sangalli, min. 59), Íñigo Vicente; Arana (Karrikaburu, min. 65).

Mirandés, 3: Raúl Fernández; Rincón, Juan Gutiérrez (Parada, min. 46), Egiluz, Tomeo, Erik Benito (Alonso, min. 96); Reina (Tachi, min. 44), Gorrotxategui, Lachuer; Panichelli (Butzke, min. 96) e Izeta (Joel Roca, min. 79).

Goles: 0-1, Izeta, min. 31; 0-2, Rincón, min. 34; 1-2, Vicente, min. 41; 1-3, Reina, min. 56; Andrés Martín, min. 71; 3-3, Alonso (autogol), min. 98.

Árbitro: El colegiado del encuentro fue Sánchez López, perteneciente al comité murciano. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Mario, Michelin y Maguette; y a los visitantes Tomeo, Gorrotxategui y Panichelli.

Incidencias: Partido de ida de las semifinales del plaioff de ascenso a primera división. Se registraron 22.394 espectadores.

Crónica: Francisco Cumbrados Sobrao