Arranca la primera fase de la reordenación ferroviaria de Santander con el derribo de los tres edificios de ADIF

17/12/17


El Ayuntamiento de Santander ha iniciado hoy el derribo de los tres edificios de ADIF, una actuación que constituye el arranque de la reordenación ferroviaria en la ciudad con una primera fase que, en palabras de su alcaldesa, Gema Igual, es el “primer pequeño paso de un gran proyecto”.

Igual y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, han asistido hoy al comienzo de los trabajos que, con un presupuesto de casi 280.000 euros y un plazo de 5 meses, consistirán en la demolición de tres edificaciones: la primera de ellas destinada a residencia y archivo, la base de mantenimiento cuyo uso era de oficina, almacén y base de vehículos, y el edificio anexo, que tiene un uso de oficinas y archivo.

La regidora santanderina ha recalcado que es “un día muy importante para la ciudad de Santander” porque se produce “el punto de partida, el momento tangible de ese desarrollo de esta parte de la ciudad a la que tanta falta le hace”, con la liberación de los primeros 1.500 metros cuadrados para uso ciudadano dentro de un proyecto global que conllevará que Santander incorpore a la ciudad 84.600 metros cuadrados más de superficie en el barrio de Castilla-Hermida.

Igual ha añadido que, una vez que finalice el derribo y acondicionamiento de esos primeros 1.500 metros cuadrados de superficie, los vecinos van a poder disfrutar de un espacio libre que el Ayuntamiento diseñará con ellos.

“Será una zona de esparcimiento en un área de Santander que está muy poblada y que,a día de hoy, tiene escasez de zonas verdes y de puntos de encuentro para los vecinos”, ha remarcado.

La alcaldesa ha recordado que esta constituye la primera fase de la reordenación ferroviaria de Santander, un proyecto global en el que el Gobierno de Cantabria se ha comprometido verbalmente a participar, aunque no ha tenido su reflejo en los presupuestos para 2018.

“Estamos reclamando lo mismo que otros tienen y que Santander también lo debe tener”, ha apostillado Igual, quien ha agradecido al ministro y al Gobierno de España el impulso, el impacto económico y la inversión que está realizando en la ciudad.

Por su parte, el ministro de Fomento ha confiado en que se incorporará una enmienda a los presupuestos regionales que haga posible firmar el convenio entre las tres administraciones: local, autonómica y estatal, algo que prevé que pueda suceder en “los primeros días o semanas de 2018”.

“Estamos trabajando en la solución ferroviaria, en el desvío de las vías hacia la zona norte y en el estudio informativo de cara a preparar un documento que pueda ser sometido a información pública y esperamos que en los primeros meses de 2018 podamos estar en disposición de dar un paso administrativo muy relevante para esa gran actuación de 188 millones de euros que transformará Santander”, ha adelantado De la Serna.

Primeras actuaciones para liberar espacios en Castilla-Hermida

En el mes de junio, el Ayuntamiento de Santander y el Ministerio de Fomento firmaron un convenio en virtud del cual ADIF se comprometía al traslado de estas tres edificaciones y el Ayuntamiento asumía el coste del derribo de los edificios, que ha sido adjudicado en 279.371 euros, así como el de la urbanización de los suelos liberados y la reposición del vallado de separación del recinto ferroviario.

El Ayuntamiento se comprometía, además, a facilitar las gestiones para que se pueda realizar la reubicación de los trabajadores del Grupo Renfe en uno de los edificios del antiguo cuartel y de los trabajadores de ADIF en la estación de FEVE.

Por su parte, ADIF y RENFE se hacen cargo de los traslados, las obras de adecuación de oficinas y la reposición de las instalaciones ferroviarias afectadas, unas actuaciones cuyo coste total estimado es de 1,5 millones de euros.

El derribo de los tres edificios, que ejecuta la UTE Palomera-Tirso, se realizará de manera gradual y en coordinación con la empresa para mantener en todo momento la prestación del servicio ferroviario sin alteraciones ni interferencias.

Las labores de derribo han comenzado en la residencia de vacaciones, que consta de planta baja y primera planta, con un pequeño jardín y una superficie total de 324 metros cuadrados. El plazo para su demolición será de un mes y medio.

Posteriormente, se derribará la base de mantenimiento de instalaciones de seguridad de la antigua FEVE, un edificio de planta baja de 245 metros cuadrados, cuya demolición llevará aproximadamente 15 días.

En el edificio anexo de oficinas, que cuenta con tres plantas y una superficie total de 600 metros cuadrados útiles, trabajan aún 29 personas, que deberán ser trasladadas, por lo que será  el último en derribarse y el plazo previsto para la demolición será de 3 meses.