Opinión


18/09/22

Iván Guerrero

  1. Cánovas y la política de los Austrias

    Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897), dijo una vez:

    ''Que la política, que nuestro verdadero interés pedía, la inició en realidad Felipe II, incorporando Portugal a España, y creando en Bélgica un Estado independiente para la Infanta doña Isabel Clara Eugenia y su esposo. Hubiera convenido abandonar también el Franco-Condado, y aun el Estado de Milán, constantemente y con ventaja amenazado de los franceses, a trueque de conservar el Rosellón, limitando el territorio de la Monarquía a la Península, las grandes islas de Italia, y tal vez Nápoles, que con ningún Estado poderoso confinaba por tierra, y reduciéndonos así al papel de potencia marítima, en el Océano y en el Mediterráneo''.

    Remataba Cánovas diciendo '' que aunque buenos cálculos, eran dificilísimos de realizar porque no se hubiesen podido abandonar cobardemente y sin lucha los mismos territorios antes descritos''. No sólo al abandonarlos sino que, tal vez, hubiese habido una necesidad ''político-militar'' de conquistarlos de nuevo en su día...

    Se debe decir que la incorporación de Portugal, aunque legítima, fue mediante un ''ataque militar'' y que no se consiguió diplomáticamente. Con ello, no iba a durar mucho nuestro control sobre el territorio portugués (cosa que ocurrió, perdiéndose definitivamente Portugal, sin poderse por desgracia recuperar nunca más). Ese fue siempre para mi uno de nuestros grandes fracasos a nivel exterior, la unión de los dos países en uno sólo.

    En Flandes según la fórmula de Felipe II, que alaba Cánovas, de dar el territorio belga a la Infanta Isabel Clara Eugenia y a su marido el Archiduque Alberto, apenas hubiese sido una solución temporal (como en la realidad lo fue). Es evidente que Felipe II quería implicar a la rama austriaca de su familia en el problema flamenco cosa que ésta no hizo nunca del todo. La infanta Isabel era la hija más querida de Felipe II. Si Francia u otra nación europea hubiese atacado el Flandes controlado por ella y su marido, ¿de verdad que el rey ante un ataque al territorio no hubiese ayudado a su hija enviando tropas y vituallas viéndose a la larga involucrados de nuevo España en la zona flamenca?.

    ''Abandonar el Franco-Condado y el Ducado de Milán cambiándolo por el Rosellón''. El Rosellón estaba dentro del territorio francés, ¿cuánto hubiera durado Francia en atacar ese territorio para recuperarlo y con ello enfrentándonos a ellos, encima en su propio terreno?. Hay que recordar que el Franco-Condado servía tanto de ruta para ir hacia Flandes por el llamado ''Camino Español'' como para tener controlada desde ahí a la propia Francia y Milán para influenciar desde allí la península italiana dominando de paso la entrada a la misma.

    ''Limitando el territorio de la Monarquía a la península, las grandes islas de Italia, y tal vez Nápoles, que con ningún Estado poderoso confinaba por tierra''. Defender las grandes islas de Italia, imagino que se refiera a Cerdeña y Sicilia (¿Córcega?) y mantener Nápoles también, fue lo que nos llevó a conflictos interminables con Francia y a tejer alrededor de ella un ''cerco'' mediante alianzas matrimoniales obteniendo de paso con eso territorios imposibles a la larga de defender. Puede que Nápoles no tuviera ningún enemigo poderoso por tierra ''en Italia'' pero fuera de ella, si. La ambición de la siempre poderosa Francia. Y tener las islas significaba que para defenderlas bien tendrías necesariamente que poner un pie en la propia península italiana.

    El papel de potencia marítima del Océano y del Mediterráneo, no estaba mal del todo. Al otro lado del Océano, América y en el Mediterráneo, África (no tanto Italia), con ayuda portuguesa si fuera necesaria.

    Y en cuanto a que no se hubiese podido realizar en su momento todo lo que comenta va un poco desacertado en ello. La gloria, la honra, eran importantes para los españoles del momento, si, pero también la defensa de la fe, de la monarquía y por supuesto, también por dinero, esto último lo hacían algunos ''para salir de pobre''.

    La gloria y la fama, casi siempre, desde tiempo inmemorial han venido emparejadas con el oro. Los españoles del momento lo sabían por eso Castilla en parte se quedó a mediados-finales del XVII sin apenas población por la emigración a las Indias en busca de ''fortuna y gloria'' e incluso por la búsqueda de la expansión de la fe católica. Por lo mismo en los campos de batalla europeos.

    Los territorios no se hubiesen podido abandonar no sólo porque los españoles no hubiesen querido, sino sencillamente, porque los Monarcas españoles (los reyes, como dice el ''amigo'' Don Antonio), no lo hubiesen permitido. Y me explico. Para ellos esos territorios eran ''patrimoniales'' de su familia, de nadie más, luego nadie tenía derecho alguno a quitárselos pues para ellos hubiese sido una verdadera desgracia abandonarlos al ser como eran un legado familiar. Además, su visión era más de signo internacional, ''universal'', más que la puramente ''nacional'' pretendida por el señor Cánovas.