Opinión


11/06/19

Onésimo Pérez

  1. Capitalistas

    Tienen los toros mil y un matices en su esencia que son aquellos que les encumbran en la distinción, análisis y estudio que muchos hacen y dedican, unas veces con signos inequívocos de algo distinto de otro tiempo, de otra época, y otros con la atracción sentimental y famosa a quienes intervienen en su mundo y en su realidad, por eso les hace irrepetibles y únicos en la historia, y esos retazos que unos ven con escasa importancia y que a otros nos gusta desentrañar y explicar, y sirven a la fiesta como aspecto sublime en su misma esencia.

    “Capitalistas”, que tiene que ver capitalismo con los toros me preguntará el respetable lector aficionado o no a los toros, pues como verán algo tiene que ver, y cuando hablamos de capitalismo no hablamos de economía planificada o de la de mercado o libre competencia, ¿entonces de que hablamos?, pues vayamos al grano sin darle mas vueltas a la perdiz, efectivamente me estoy refiriendo a la figura del capitalismo en el mundo de los toros que no es otro que el aficionado que saca a hombros por la puerta grande al torero triunfador.

    Lo normal sería que cualquier aficionado asistente al festejo se mostrara impaciente y deseoso de sacar a hombros el fardo pesado o liviano, según sea la naturaleza del torero de turno, pero en esto como en todo se profesionalizan las cosas y es cuando aparecen personajes porteadores como los que ocupan este reportaje y que tantas veces vemos aparecer en los medios escritos y visuales. Son amigos de los conserjes de las plazas de media España, de los porteros que vigilan el patio de cuadrillas y a costa de ser insistentes se aseguran la confianza de los  mozos de espadas, algunos de los cuales estuvieron un día en su misma situación.

    Algunos tan famosos como Lorenzo García, maestro de profesión y costalero por devoción natural de Medina de Río Seco, se deja ver por las plazas de Castilla con su sombrero inconfundible de ala ancha, o a Curro Cano y Pedro El Chino, verdaderos maestros porteadores, célebres por cargar sobre sus hombros a los toreros triunfadores.

    Las mismas figuras de los toros tienen preferencia en elegir quien les carga en volandas, El Juli por ejemplo tenía predilección por Curro Cano y Pedro el Chino lo era de José Tomás y de muchos otros, son verdaderos profesionales que se ganan la vida honradamente por todas las plazas de la geografía Española, ellos saben cómo tienen que llevar al diestro para no dejarle caer y así evitarles una lesión innecesaria, como lamentablemente está ocurriendo en la Plaza de Madrid, estamos presenciando como una jauría de impresentables no dejan sacar a hombros a los verdaderos profesionales, “a los Capitalistas” que han hecho de su afición un oficio, y un medio de vida, ellos también se merecen una puerta grande.