Opinión
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El 24 de agosto de 1871 se encontraba en Santander don Benito Pérez Galdós
Este verano se cumple el sesquicentenario de su primera visita a nuestra ciudad.
Don Benito Pérez Galdós, director del periódico madrileño El Debate y reciente autor entonces de La Fontana de Oro, se encontraba en Santander el 24 de agosto de 1871. Se le citaba junto a Gaspar Núñez de Arce, a la sazón redactor también de El Debate. Parecería probable que hubieran venido juntos. En esas fechas estaba publicando en La Revista de España la novela El Audaz. La noticia de un periódico local era días después copiada en la prensa madrileña.
Don Benito Madariaga relataría en Biografía santanderina del escritor grancanario su encuentro con el novelista José María de Pereda: «Un día de estío santanderino de 1871 llegaba de viaje a la capital de la Montaña un joven escritor que, según parece, se quedó alojado en la Fonda Europa, en la calle de Atarazanas». Seguidamente analizaba con detalle los problemas que planteaban la diversidad de fechas recordadas por ambos protagonistas.
Con anterioridad a esa primera visita había publicado don Benito dos artículos en la prensa santanderina dedicados a Rossini, como refería Benito Madariaga en carta de 21 de agosto de 1979 a José Pérez Vidal (1907-1990), artículos que no había citado en Biografía santanderina.
La Corporación municipal de Santander, en sesión extraordinaria de 1 de julio de 1908 acordaba dar la denominación de Benito Pérez Galdós al paseo de la Magdalena, por haber edificado allí su casa (lo mismo se haría años más tarde con don Santiago Ramón y Cajal). Se opuso el concejal Modesto González Agüeros «por desconocer los beneficios que á Santander ha hecho el señor Pérez Galdós», motivo por el cual José Estrañi le dedicó una de sus Pacotillas.
Pérez Galdós marcharía por última vez de nuestra ciudad a Madrid en el tren correo en la tarde del sábado 29 de septiembre de 1917, tras haber pasado temporadas en Santander durante 47 años. Recordemos también que aquí había nacido su hija.
Algunos hechos posteriores merecen ser reseñados a modo de ejemplo. En 1925 el santanderino José Buchs Echeandía dirigía la película El abuelo rodada en diferentes lugares de la región: Torrelavega, Santillana del Mar, Solares, Limpias, Suances... Las regatas, con participación de los reyes, se filmaron en Santander. En la comida homenaje a José Buchs, el 6 de enero de 1926, según las reseñas publicadas, parece que fue el único que recordó que la película estaba basada en una obra del escritor Pérez Galdós.
Las vicisitudes de "San Quintín" - Casa Museo de Galdós han sido ampliamente comentadas a lo largo de los años, por lo que las omitimos. Recordar que el Ayuntamiento de Santander concedía permiso en septiembre de 1940 a un contratista para "efectuar obras de reforma" en "San Quintín".
El 10 de mayo de 1943, lunes, era el centenario del nacimiento de don Benito Pérez Galdós. Ese día únicamente se publicaba en cada provincia de España la Hoja del Lunes. Pero, el diario Falange, de Gran Canaria, publicó un número extraordinario de 12 páginas dedicado exclusivamente a Pérez Galdós. Colaboró con un artículo sobre La amistad fraternal de Pereda y Galdós el santanderino José Montero Alonso, premio Nacional de Literatura, hijo del mirobrigense José Montero Pérez, un "montañés" de corazón, de quien en 2020 se cumplió el centenario de su fallecimiento, y olvidado en nuestra región, a pesar de ser el primer biógrafo de José María de Pereda y autor de biografías sobre Ángel de los Ríos y los Velarde y de numerosas poesías dedicadas a esta tierra. Una carta manuscrita de Pío Baroja expresaba su opinión: «Respecto a Galdós (que a mi me parece desde un punto de vista ético algo pobre y raquítico) creo que es el mejor novelista de España después de Cervantes y de algún otro del XVII». Dicho periódico incluía en sus artículos múltiples alusiones a Menéndez Pelayo y su conocida página sobre el grancanario de la primera edición de la Historia de los Heterodoxos. Uno de los que trató ese tema fue el periodista segoviano Francisco de Cáceres, afincado en Santander, donde dirigía el periódico Alerta. Sin embargo, la prensa santanderina no recordó, sin duda intencionadamente, la efemérides.
El falangista santanderino Maximiano García Venero compilaría ese año una Antología de los Episodios Nacionales, con una introducción sobre la obra literaria de Pérez Galdós, que, sin embargo, no sería editada hasta 1944, de la que, por cierto, según el Sistema de Lectura Pública de Cantabria sólo existe catalogado un ejemplar, en la Biblioteca Municipal de Santoña. Personalmente se consideraba galdosista y así lo expresó en diversos artículos en años posteriores.
En 1959 el diario Alerta recogía en primera página una noticia de agencia informando que la hija del escritor grancanario había vendido todos los enseres de sus casas de Madrid y Santander al Cabildo Insular de Gran Canaria por medio millón de pesetas. Ni una palabra de lo que eso suponía para nuestra ciudad.
En 1967 un equipo de TVE rodaba en "San Quintín" planos para una biografía. Buscaron un guindo, no existía. Se decía que se conservaba el banco y el pozo tapado. Notaron también la ausencia del mástil que utilizaba el escritor para comunicarse con los barcos que salían del puerto. Se decía que la casa había sido adquirida por los entonces propietarios en 1922 (los hechos conocidos prueban el error). Simón Cabarga decía con este motivo que «Difícilmente habrán encontrado, en la finca, los detalles exactos para la evocación, porque todo se ha transformado»; diría que «Allí perdimos la batalla de "San Quintín", fuimos derrotados en una batalla de la cultura», como también decía perdimos un Museo Gutiérrez Solana. La «Biografía» sería emitida en la península el viernes 21 de julio, no mereciendo ningún comentario en la prensa local. En Canarias se emitía el 2 de agosto y la prensa de Las Palmas sí daba algún detalle, como la entrevista a doña María Pérez Galdós y decía que: «El programa no estuvo mal. Si tenemos en cuenta la escasez de minutos concedida a "Biografía" —un cuarto de hora— el espacio mantuvo un cierto nivel de dignidad que ha servido para que los televidentes españoles conozcan algo más —recuerden— de la existencia de don Benito Pérez Galdós».
Las lamentaciones sirven de poco. A las citadas de Simón Cabarga, podríamos añadir las de Gerardo Diego, de Benito Madariaga o de José Ramón Saiz Viadero. Benito Madariaga se ocupó durante más de cuarenta años en reivindicar el Galdós santanderino y a mostrar la conexión cántabra en sus novelas, como, por ejemplo, Marianela o Doña Perfecta. Sus méritos le serían reconocidos siendo nombrado corresponsal en Santander de la Casa-Museo de Pérez Galdós, en 1980, y Galdosiano de Honor en 2001. Destacaríamos también su esfuerzo divulgativo sobre el escritor grancanario con numerosas conferencias en diferentes ámbitos en nuestra región y también en los Congresos Internacionales de Las Palmas.
Se podría paliar algo la situación con don Benito Pérez Galdós creando un espacio virtual, por ejemplo, en la página Web de las Bibliotecas Públicas de Cantabria, que debería incluir su obra y bibliografía, hemerografía, fotografía y filmografía. Otras ideas se podrían esbozar que contribuirían a mejorar el conocimiento y a divulgar la obra de un escritor que amó a esta tierra y en la que tuvo su casa. Podría, además, servir de modelo para otros "olvidos".